¿Cómo le decimos a nuestro hijo que nos separamos?
Cómo decirle a tu hijo que te vas a separar será clave para facilitarle y normalizar el cambio.
Comunicar a un hijo la decisión de divorciarse es un tema que preocupa a muchos padres: “¿Cómo le decimos a nuestro hijo que nos separamos?” .
En China han aumentado el número de divorcios tras la cuarentena obligatoria. El confinamiento no ayuda a que las parejas puedan estar calmados sino todo lo contrario, aumenta la irritabilidad y los problemas de convivencia. No hay espacios para liberar tensiones y si la pareja ya estaba mal antes del confinamiento, es posible que después de esto soliciten el divorcio.
Una de las mayores preocupaciones suele ser el cómo comunicarles a los hijos la noticia de la separación y si este proceso lo van a llevar bien los menores.
Un proceso de divorcio no tiene por qué ser traumático para los niños. Los niños lo vivirán de manera normal y se adaptarán bien a los cambios si ven que sus padres se llevan bien y no tienen conflictos, de ahí la importancia de no discutir delante de los niños, de mantener la calma y de transmitirles que sigue habiendo armonía en la familia, aunque ellos se vayan a divorciar. Si quieres leer más sobre cómo afecta el divorcio a los niños pincha en este enlace.
¿Cómo le decimos a nuestro hijo que nos vamos a separar?
Con seguridad y calma, sin dramatismos.
Si la noticia se transmite con normalidad, los niños lo aceptan con normalidad. Es importante mantener la calma y estar seguros de que ninguno de los progenitores se va poner a llorar en ese momento. Si es así, es mejor dar la noticia en otro momento que nos sintamos con más fortaleza.
Los dos juntos
Que ambos progenitores transmitan la noticia por primera vez estando juntos. “Queremos hablar contigo de algo importante…”
Explicaciones breves y sin buscar culpables
Dar explicaciones breves adaptadas a su edad. Cuanto más pequeño es el niño, más breve debe ser la explicación. Pero lo más importante es no buscar culpables y dejando claro que el menor no tiene nada que ver en esa decisión.
Los niños tienen pensamiento egocéntrico y tienden a pensar que “todo lo que sucede en el entorno familiar es culpa suya”. Aclararlo bien. Cuanto más pequeños sean los niños, más breves y escuetas serán las explicaciones.
Ej: “Hemos decidido separarnos y ya no vamos a seguir viviendo juntos”, ¿por qué? -dice el menor. ” Porque lo hemos hablado papá y yo y a partir de ahora queremos vivir en cada uno en una casa diferente. Esta decisión no es por nada que hayas hecho tu. Son cosas que hemos pensado nosotros”.
La familia continúa
Seguimos siendo familia y nos seguimos queriendo.
Es importante dejar clara la idea de que la familia no se rompe y que todos nos seguimos queriendo, pero va a ser diferente porque ahora papá y mamá (o mamá y la otra mamá, por ejemplo) ya no van a vivir juntos.
Ej: “Aunque vayamos a vivir en casas diferentes, nosotros seguimos siendo familia y nos seguimos queriendo mucho, pero no como pareja. Ya no vamos a estar casados pero la familia sigue siendo la misma, nosotros tus papás, los abuelos, etc . Todo eso va a ser igual que ahora”.
Como escribe Azka, un niño de nueve años, “No se puede hablar de una familia desestructurada cuando el amor de tus padres se mantiene”.
Quitar incertidumbre
Anticipar cómo va a ser todo el proceso: el menor tiene que saber cómo va a ser la distribución de su tiempo.Se le explicará que habrá cambios en la familia y que a partir de ahora tendrá dos casas donde irá a pasar el tiempo con uno y con otro. Le explicaremos ( en función del tipo de custodia) qué días pasará con uno y con otro y le pediremos que lo anote en un calendario por colores . Es bueno implicarles y que sean ellos quienes colorean en el calendario de la cocina, por ejemplo, los días que pasará en una casa y los días que pasará en la otra.Explicarles que en las dos casas tendrá los juguetes y las cosas que necesite.
El cambio es inevitable
Evitar decir cosas como ” no pasa nada” porque SI PASA. Van a producirse muchos cambios en la rutina del día a día del menor con la distribución de la custodia y es normal que al niño le surjan muchas dudas en relación a las cosas que pueden pasar. Le explicaremos que algunas cosas van a cambiar (“en las vacaciones estarás unas semanas con mamá y otras semanas con papá”) y que muchas otras cosas no van a cambiar (“seguirás en tu mismo cole y vas a seguir con tus mismos amigos, aunque a lo mejor también haces nuevos amigos en la urbanización nueva de la casa de papá”)
Validar las emociones del niño
Evitar decir ” no te preocupes” porque es normal que el niño se preocupe ante los cambios.
Debemos validar sus sentimientos y ofrecerle nuestro apoyo. “Si te preocupa algo es importante que nos lo digas y que nos preguntes todo lo que quieras. Estaremos aquí queriéndote mucho, como siempre y te explicaremos todo lo que necesites”
Hacerle partícipe le dará sensación de control.
Implicar al menor , pidiendo su opinión y su colaboración en todo aquello que sea posible.
Que el proceso de cambio también sea suyo y sea partícipe de crear su nuevo entorno. Por ejemplo, podemos pedirle que elija qué juguetes y libros quiere llevarse a la nueva casa. Que vaya con papá a comprar las cosas nuevas para la casa. Que decida cómo a va decorar su nueva habitación, etc.
Prohibido los “niños maleta”
Atrás quedó esa imagen del niño llevando la maleta de una casa a otra. El niño tendrá su ropa en casa de papá y otra ropa en casa de mamá. Sus juguetes en una casa y otros juguetes en la otra. Aunque , por supuesto, él podrá decidir si quiere llevar un juguete o algo de ropa a la otra casa cuando lo desee.
Informar a la comunidad
Comunicar la noticia en el cole, a su profesora para que pueda tratar el tema con normalidad en alguna de las asambleas del cole. Comentárselo al pediatra y papas de sus amigos. Hay muchos tipos de familia diferentes y seguro que vuestro hijo no es el único de la clase cuyos padres están separados, habrán más.
Ante todo tenemos que pensar que aunque un proceso de divorcio puede ser duro y doloroso para los padres, los niños no tienen por qué vivirlo así. Pueden vivirlo de un modo natural y se adaptarán fácilmente a los cambios, sin dramatismos ni traumas de ningún tipo. Todo dependerá de cómo lo hagamos nosotros como adultos y de las emociones y mensajes que les transmitamos.
Si los niños ven que sus padres se llevan bien, se sentirán bien al saber que su familia no se ha roto, simplemente ahora es una familia diferente.
Artículo escrito por Cecilia Martín, psicóloga del Instituto de Psicología Psicode