Bifobia ¿Qué es y qué puedo hacer para combatirla?

Bifobia ¿Qué es y qué puedo hacer para combatirla?

La bisexualidad supone, de acuerdo a la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), “una atracción física, sexual, emocional y romántica dirigida a ambos sexos biológicos”, es decir, tanto a hombres y mujeres.

 

Sin embargo, a pesar de que en los últimos años se han logrado muchos avances en relación a los derechos y el reconocimiento de las personas LGTBI.

Sin embargo la “B” sigue siendo, junto con la comunidad transexual, una de las más invisibilizadas. En los planos político, social, cultural y académico. Esto es debido a los diferentes mitos, prejuicios y barreras que obstaculizan su adecuada comprensión.

Mitos 1:

  • Es muy posible que a lo largo de nuestra vida (en el instituto, en la universidad e incluso en el trabajo) hayamos escuchado a una persona, comentar que un/a amigo/a ha salido del armario como bisexual,  y que “pronto se definirá”.
  • Lo mencionado mantiene una estrecha relación con la bifobia (desprecio, humillación y discriminación hacia las personas bisexuales).
  • Esto es debido a que se está aboliendo el reconocimiento de la bisexualidad como una orientación sexual, asumiendo que las únicas válidas son la heterosexualidad y la homosexualidad.

 


Mitos 2:

  • Siguiendo la línea de los mitos más comunes relacionados con la bisexualidad, existe uno en específico que recae, sobre todo en mujeres bisexuales.
  • Es aquella creencia que todas y cada una de la mujeres bisexuales están dispuestas a tener un encuentro sexual con dos o más personas por el simple hecho de estar atraídas por hombres y mujeres.
  • En relación a esto María nos comenta, “el perfil de los hombres (heterosexuales), en lo que vean que tú eres bisexual, es que empiezan a decir si estás dispuesta a hacer un trío. Esas cosas me parecen que, como mujer, solo hacen es sexualizarte y que te vean más como un objeto”.
  • A pesar de que esta vez no nos encontramos eliminando a la bisexualidad como una orientación sexual  y etiquetándola como “una fase”. Sin embargo si hace referencia a que porque alguien presente una atracción sexual a ambos sexos biológicos, se presupone que estaría dispuesta a participar en encuentros sexuales y eróticos. Sin su previo consentimiento.  Reduciéndola a un mero objeto sexual sin tomar en consideración que aquella mujer no es sólo una mujer bisexual, es una persona con gustos, creencias, valores, principios, metas y demás.

Mitos 3 :

 

  • “Es que si es bisexual me va a poner los cuernos con más personas porque le gustan los chicos y las chicas…no puedo quedar ni salir con él”.
  • Posiblemente hayas escuchado este fragmento de conversación en algún momento de tu vida, o quizá tú mismo/a lo hayas dicho con anterioridad.
  • Existe una visión de que la persona bisexual, por “tener un campo de juego más amplio”, automáticamente la probabilidad de que sea infiel aumenta exponencialmente en comparación a una mujer o a un hombre heterosexual/homosexual. Que quede claro,  la orientación sexual y la infidelidad no se cogen de las manos, la última puede estar presente en cada una de ellas y el ser bisexual no es una condición necesaria ni suficiente para serle infiel a tu pareja.
  • Esta idea, es una forma de ejercer la bifobia puesto que se podría menospreciar, humillar y mostrar actitudes hostiles hacia una persona bisexual disminuyendo su autenticidad y atacando la integridad de la persona partiendo de un prejuicio. Una persona tiene la libertad de decidir con quién queda y con quién no; sin embargo, si la base de dicha conclusión es “porque es bisexual y por eso me va a ser infiel”, estamos en el terreno de la bifobia.

 

Previamente hemos explorado algunos de los mitos más populares y comunes en relación a la bisexualidad. No obstante, ¿qué podemos hacer para derribarlos?

  • Si un/a amigo/a o familiar te comenta que ha salido del armario como bisexual tu primera respuesta podría ser animarlo/a en su proceso de descubrimiento de su sexualidad. No emitas juicios, sé empático/a con su vivencia y evita decirle “estás en una fase, eso se pasará” o “pronto te definirás”.
  • Si vas a quedar con un chico o una chica que es bisexual y tienes duda de seguir quedando analiza y reflexiona si es por algunas de sus características como persona y no por su orientación sexual. 
  • Evita sexualizar a la persona bisexual con propuestas de índole sexual simplemente por el hecho de “porque como eres bisexual te debe de gustar”. Existen tantas sexualidades como personas y cada uno vive su sexualidad a su manera. No necesariamente porque se tenga una orientación sexual determinada se está inclinado/a una cierta práctica sexual. Preguntar antes de suponer o actuar, puede ser una buena opción.

 

Si trabajamos estas pautas estaríamos aportando un pequeño grano de arena a la lucha contra la bifobia y estaríamos contribuyendo a la deconstrucción de estos mitos en nuestro día a día, creciendo como personas y como sociedad.

Igualmente, cada acción conlleva una reacción y lo más importante es que posiblemente hagamos sentir bien a otra persona, ya que la estamos respetando a ella y a su vivencia, sin ser conscientes de ello, y también muy probablemente nos sintamos mucho mejor con nosotros mismos.

 

Artículo escrito por Juan Pablo Perera, alumno que cursó sus prácticas de psicología en Psicode. Agradecerle su gran aportación.

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