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Educar sin castigos

Está creando mucho debate en los padres y madres, el artículo publicado en el periódico El Mundo el pasado 9 de septiembre con el título “Cómo lograr que los niños hagan caso a los padres sin aplicar castigos en el que colaboramos como psicólogas Marina García y yo , como directoras del Instituto Psicode.

También fuimos entrevistadas  el pasado 25 de septiembre para el programa de TVE1 “Amigas o Conocidas”  generando un debate posterior en plató.

Hoy queremos profundizar más acerca de los inconvenientes que tiene usar los castigos y  de cómo se puede educar de una forma respetuosa, sin hacer sentir mal a los niños y evitando el sentimiento de culpa que muchas veces tienen los padres después de castigar.

educar con disciplina positiva
Los castigos tienen más inconvenientes que ventajas. No funcionan a largo plazo

¿Por qué no es recomendable usar los castigos para educar a los niños?

El castigo como técnica es muy eficaz  a corto plazo para que el niño obedezca y se comporte como quieren sus padres. Pero más allá de querer “adiestrar” a los niños, lo que pretendemos es “educarles”, es decir, enseñarles a pensar y no tanto a obedecer “porque lo digo yo y punto”.

Seguro que todos los lectores han sido castigados alguna vez.

Les invito a reflexionar: ¿ Cómo se sentían ustedes cada vez que eran castigados? Posiblemente la respuesta es que se sentían mal.

¿ Es necesario hacerle sentir mal al niño para que aprenda algo? La respuesta es un rotundo “NO”

Si usamos el castigo, el niño obedecerá por miedo, no porque entienda la norma ni la interiorice. Castigar no hace que el niño sea responsable, sino que obedezca por miedo a la sanción.

Reflexionemos además sobre ¿ Qué es lo que aprende un niño cuando es castigado?  La respuesta es “Nada”.

El castigo no enseña el modo correcto de proceder, únicamente introduce una consecuencia negativa al niño o bien le retira algo que el niño desea.El niño deja de realizar un comportamiento inadecuado, no porque entienda la razón de no hacerlo, sino porque desea evitar una consecuencia negativa.  Puede generar efectos rápidos a corto plazo, pero a largo plazo no es efectivo.

El castigo genera rebeldía y agresividad en los niños y les aleja de sus padres a nivel afectivo, porque es difícil querer a alguien a quien se le tiene miedo. El niño suele vivir el castigo con mucha frustración y rabia hacia sus padres, lo que generará mayor agresividad en el menor.

A medida que pasa el tiempo,  los padres que usan este método sembrarán el resentimiento y falta de confianza en sus hijos.

Se puede educar sin castigar
Podemos enseñar a los niños a través de nuestro ejemplo

Otra de las razones por las que se desaconseja es porque  los niños aprenden por imitación. Si usamos el castigo con ellos, será un modelo que ellos seguirán y lo usarán en sus relaciones con los demás cuando algo no suceda como ellos quieren, dificultando sus relaciones sociales.

Si queremos que nos respeten, podemos  lograrlo a través del ejemplo. Seamos buenos modelos de aprendizaje para ellos.

Solemos partir de la base de que los niños ya saben cómo deben comportarse y no es así. A los niños hay que explicarles las normas y actuar como ejemplo para que lo aprendan.

educar con disciplina positiva
La disciplina positiva es un método educativo respetuoso con los niños

 

¿Cuáles son las últimas tendencias en educación?

El modo en cómo educamos a los niños, afortunadamente está cambiando en la actualidad.  Los métodos tradicionales  basados en el castigo se están quedando obsoletos, ya que la lista de consecuencias negativas o efectos secundarios nocivos que tiene para la persona superan a sus ventajas. Como diríamos coloquialmente, es “peor el remedio que la enfermedad”. Y no nos referimos sólo al castigo físico, que por supuesto es inaceptable en cualquier caso.

Por esta razón actualmente se usan alternativas educativas menos aversivas y facilitadoras.  Se trata de educar con “Disciplina Positiva”, enseñando a los niños a ser respetuosos consigo mismos , con los demás y con su entorno.

Se puede enseñar a un niño a colaborar, a ser responsable y a respetar los límites y  las normas , sin necesidad de sancionar, castigar, amenazar  o gritar.

¿ Cómo educo a mi hijo entonces?

Al niño se le educa enseñándole a responsabilizarse de las consecuencias naturales de sus acciones.

Por ejemplo, si un niño quiere ir al parque pero no quiere ponerse el abrigo y hace frío, su mamá podrá recordarle la norma : “en invierno, para ir al parque es necesario que te pongas el abrigo para no resfriarte, si no quieres ponértelo puedes elegir quedarte en casa”.

El niño aprenderá que si quiere ir al parque deberá ponerse el abrigo,  sin necesidad de obligarle a que lo haga, sin gritarle y sin castigarle. Será el propio niño quien decidirá ponérselo si quiere salir.

Si educamos a los niños con disciplina positiva  conseguiremos obtener un buen vínculo afectivo con ellos, se convertirán en personas respetuosas  y sobre todo, en personas felices.

Educación sin castigos
Si educamos al niño con disciplina positiva creerá más feliz y con mejor vínculo afectivo con sus padres

¿Cómo podemos educar sin castigos?

  • Empecemos cuestionándonos como adultos si queremos que nuestros hijos nos obedezcan “porque yo lo mando”   o por el contrario queremos que crezcan con libertad de pensamiento pero respetando a los demás, a si mismos y a su entorno. Son cosas diferentes.
  • Partir de expectativas realistas: Educar supone esfuerzo y dedicación. Tener hijos implica partir de la idea de que hacen cosas que no nos gustan porque tienen sus propias necesidades y sus propios intereses ( muy diferentes a los nuestros) . Ser pacientes. Si partimos de esta premisa será mucho más fácil educar, ya que nuestra actitud será más realista, menos frustrante y por tanto más facilitadora.
  • Fomentar las conversaciones positivas: Estar atentos al número cosas que les decimos, ya que a veces se nos olvida, con las prisas y las responsabilidades diarias, decirles cosas positivas y agradables. Es muy importante que en nuestro diálogo con ellos  no todo sean  prohibiciones,  “deberes” y puntalizaciones de lo que hacen mal, porque dejarán de atender nuestro “discurso aburrido”.
  • Escucharles: Si queremos que nos escuchen y nos tengan en cuenta, seguir la regla del equilibrio y también dedicar tiempo a escucharles a ellos ya que aunque sean pequeños, su opinión y sus intereses son importantes. Hablar de cosas que les inquietan, de sus intereses, sus preocupaciones, etc .  De esta forma tu hijo te atenderá cuando le hables y tendrá más predisposición a escucharte porque se sentirá importante y respetado por ti como adulto.  Pensemos que detrás del comportamiento del niño hay una necesidad no cubierta, que como adulto tenemos que escuchar y atender.Fomentar la comunicación con los hijos
  • Comunicar las normas con antelación. Al niño debemos mostrarle y recordarle las normas.  Si el niño tiene más de tres años, podemos negociar las normas con él y de este modo estará mucho más predispuesto a respetarlas. Ej: “al llegar a casa , ¿dónde prefieres que guardemos los zapatos?,¿ los guardamos en el zapatero o en el armario?” ( las opciones sobre las que les permitimos decidir siempre serán limitadas y serán elegidas por nosotros como adultos).
  • Ser coherentes y consistentes en las normas que negociamos con ellos y ayudarles a cumplirlas siempre.  Si somos inconsistentes y unos días les permitimos una cosa y al día siguiente se lo prohibimos, el niño no respetará  ni interiorizará esa norma.Ej: Si la norma es que después de usar un juguete debe guardarlo en su sitio, no le permitiremos sacar otro para jugar hasta que no haya guardado el anterior. No saltarnos la norma los adultos porque ese día no tenemos tiempo o estamos muy cansados y se lo permitimos.Fomentar la autonomía de los niños mejora su autoestima y hace que se responsabilicen de sus tareas
  • Fomentar su autonomía para que sean ellos quienes realizan ciertas tareas en la casa. Si les permitimos que lo hagan ellos solos, tolerando la lentitud al principio y tolerando que cometan errores, aprenderán a ser autónomos y responsables. Además crecerán con buena autoestima.Por ejemplo: No tendremos que repetirles continuamente que se pongan el abrigo y las zapatillas  porque es la hora de  salir de casa. El niño lo hará por si solo  porque desde pequeño le hemos permitido que lo haga él solo.Todas aquellas acciones que les permitimos que realicen de forma autónoma, dejan de ser normas impuestas y se convierten en hábitos que el niño interioriza. Otorguémosles de este modo pequeñas responsabilidades en el hogar.

    ¿Qué hago si mi hijo no cumple las normas que ya conoce?

    Cuando el niño incumple una norma que ya conoce, en lugar usar el castigo, debemos en primer lugar : Describir su comportamiento inadecuado , hacerle recordar la norma y ayudarle a cumplirla.

    Ej: “Veo que has dejado la mochila en el medio del salón. ¿Dónde habíamos acordado que debe guardarse la mochila? . ¿ Te acompaño a colocarla en su lugar?”.

  • Si el niño no lo respeta, podemos expresarle nuestros sentimientos ante esa situación (pero sin atacar el carácter del niño) Ej: “ Me molesta que hayas dejado tirada la mochila en el suelo del salón” y posteriormente explicarle claramente lo que esperamos que haga y enseñarle a cumplirlo. “Estoy esperando que la recojas del suelo y la guardes en tu habitación, si quieres te enseño y te ayudo a hacerlo”. Puedes leer más sobre cómo ayudar a los niños a cumplir las normas pinchando en el enlace de nuestro artículo  “Ayudar o Castigar”
  • Háblale de las consecuencias naturales que tiene su mal comportamiento y haz que se responsabilice de ello.Por ejemplo, si vemos que está usando bruscamente objetos o juguetes que son frágiles le recordaremos la norma de “ trata con cuidado esos juguetes porque se pueden romper”.Si el niño incumple la norma y el juguete se rompe, le haremos que sea consciente de la consecuencia y que se responsabilice de ella . “ ¿Puedes hacer algo para arreglarlo?”Si no puede arreglarlo, la consecuencia natural es que no podrá volver a jugar con ese juguete porque está roto (lo tirará a la basura y por supuesto, no le compraremos otro nuevo).Debemos hacerle responsable de sus acciones.
  • Darle control en la decisión de solucionar el problema para ocasiones futuras. Que sea tu hijo el que genere la solución pensando por si solo.Antes de puntualizar lo que ha hecho mal, podemos hacerle reflexionar sobre su comportamiento planteándole preguntas: “Lo que acabas de hacer, ¿crees que está bien?, ¿es lo que habíamos acordado?,¿ cuál es la consecuencia?, ¿ qué es lo que ha ocurrido ahora?, ¿qué se te ocurre a ti para que esto no vuelva a  pasar?, ¿ qué norma podemos poner para evitar que esto ocurra otra vez”.Se puede educar sin castigar
  • Agradecerles su esfuerzo: Estar pendientes de su buen comportamiento y agradecerles su esfuerzo , su ayuda y su respeto. La forma adecuada de reforzarles es describir aquello que han hecho bien y hacerles ver las consecuencias positivas que tiene. Es importante que entienda que ese es el camino a seguir y que tiene ventajas por hacerlo.Ej:  “¡qué bien cuando llegas a casa y guardas tu mochila! Así podrás encontrarla fácilmente mañana para ir al cole”. Gracias por ayudar a que la casa esté ordenada”.

 

Muchos padres acuden a la consulta de Psicode solicitando asesoramiento sobre cómo actuar cuando sus hijos tienen muchas rabietas, cuando sienten celos de sus hermanos o cuando se comportan de forma agresiva con otros niños, por ejemplo. Si crees que necesitas ayuda con tus hijos, o simplemente quieres aprender a educarles con disciplina positiva, no dudes en contactar con nosotros.

 

Escrito por Cecilia Martin Sánchez y Marina García Fuentes,

directoras del Instituto de psicología y desarrollo personal Psicode

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  1. Enhorabuena Cecilia y Marina por vuestro artículo.Pienso que es muy interesante y positivo.Quiza, lo veo un poco utópico en los tiempos que corren, por aquello de las constantes exigencias del dia a dia, pero también es una Lección de buen aprendizaje y siempre es buen momento para empezar a mejorar y qué mejor que con nuestros hijos.
    Gracias!

  2. CONCORDO COM TUDO QUE DISSERES , E COMO PSICANALISTA DE CRIANÇA , TAMBÉM , ACHO QUE É A MELHOR MANEIRA DE AGIR .

    MAS CADA CRIANÇA É UMA !!! E COM CRIANÇA COM MUITA DIFICULDADE , ÀS VEZES SE FAZ NECESSÁRIO UM CASTIGO !!!

    PODEMOS USÁ-LO O MÍNIMO POSSÍVEL , MAS SEMPRE EXPLICANDO O PORQUE DE ESTAR SENDO DADO . QUE VAI FICAR DE CASTIGO PARA PENSAR NO QUE FEZ .
    QUE OS PAIS A AMAM E NÃO QUEREM QUE ELA AJA ERRADO , PARA NÃO SER REJEITADA POR OUTRAS PESSOAS . PODE-SE DAR EXEMPLOS !!!

    CASTIGO *JAMAIS FÍSICO* , E O TEMPO TEM QUE SER *DE ACORDO COM A IDADE* .

    NO FINAL DO TEMPO , OUVIR AS DESCULPAS , E ACABOU . SE RECOMPÕEM A SITUAÇÃO
    NORMAL , BEIJANDO-O , ABRAÇANDO- O , REPETINDO QUE A AMA !!!

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