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Superar el sufrimiento de no poder tener un hijo

 La carta de Marta a su psicóloga de Psicode

felicidad en otoño

                                                                                                                            Marzo de 2011

Hoy quiero contártelo, me has preguntado muchas veces y siempre te decía: “ya te contare”, pero hoy quiero contártelo, quiero que lo sepas, que sepas que he descubierto que hay soluciones pero que para llegar a ellas tenemos que trabajar, tenemos que admitir nuestros problemas y comprender lo que tenemos dentro y que buscar culpables y hacerse la víctima no nos lleva a ningún sitio

Tener a un nene en mis brazos era un sueño y más después de llevar intentándolo cinco años sin éxito alguno, recurrimos a la consulta médica.
Después de miles de pruebas, pinchazos, tres intentos de inseminación, una invitro y obtener siempre por respuesta un: “No estás embarazada”, la ansiedad y el sufrimiento eran tal que decidimos darnos un descanso.
La doctora nos decía que ambos estábamos bien y eso colmó el vaso, entonces en mi cabeza solo cabía una pregunta: ¿Y por qué no puedo?, sin respuesta alguna. Me di cuenta que la ansiedad y el estrés se habían apoderado de mi y el consejo de la doctora de relajarse era casi imposible de llevar a cabo, complicándolo todo más aún.

De la noche a la mañana mi vida se pasó, se estancó, llevaba dos años sin parar de un lado al otro, médicos para arriba, médicos para abajo, habíamos dejado de lado nuestra vida, los amigos, el saliry al pasar de golpe me estanqué y caí en una espiral, David salió a flote, yo me hundí, todo en mí era negativo y no solo en mí todo lo que me rodeaba, lloraba a todas horas, me sentía inútil, estaba totalmente frustrada, no quería salir ni entrar, todo me hacía daño, veía cosas donde no las había, le recriminaba a David (gracias por estar siempre a mi lado), me dí cuenta de que dependía de él, cuando antes eso era impensable, le estaba afixiando y estaba afixiando nuestra relación, nuestra vida en ese momento sentí que se trataba de algo que se me escapaba, que se escapaba de mí control y se lo comente a mi hermana, Dios¡¡¡ por qué no lo hice antes
Me dejé llevar por ella y me trajo hasta aquí, a ella le debo recuperar la ilusión, mi esperanza, mi vida, pero no solo a ella también a Silvia ( mi psicóloga de Psicode ) , porque ella me enseñó como salir de la espiral.
Comencé a acudir a las consultas con Silvia y empecé a descubrir tantas cosas que me estaban haciendo daño, pero que las tenía apartadas, pero latentes en mi cabeza se que estaban ahí, pero no tenía ni idea hasta que punto no me dejaban seguir.

Una de esas cosas de mi pasado era la muerte de mi padre después de una larga enfermedad.
Yo recordaba con mucho dolor su marcha, el día que se fue, pero con Silvia aprendí a recordar ese momento con ternura, con cariño, me hizo creer que había estado a su lado hasta el último momento y que se iba tranquilo sabiendo lo mucho que le quería, gracias Silvia ahora no me atormenta recordar ese momento, ya no siento angustia ni sufrimiento.

Durante todo este tiempo asistiendo a la consulta, Silvia me ha enseñado miles de pautas para poder controlar nuestra mente y que nos juegue malas pasadas, todo lo aprendido lo aplicaba cada vez que afloraba un miedo, un pensamiento que me atormentaba y con la gran satisfacción de que daba resultado, hoy en día sigo haciéndolo y funciona realmente funciona.

Cuando una pareja decide tener un nene y no lo consiguen comienzan a aflorar sentimientos de angustia, de culpabilidad,, frustración y la autoestima se ve afectada, con el gran riesgo y peligro de convertirse en la famosa espiral.

No llega al año de mi asistencia a las consultas o charlas con Silvia pero aprendí o he aprendido que el ser madre no es lo único en la vida, que no debemos frustrarnos que hay soluciones y que si la vida no quiere darnos un hijo, David y yo hemos hablado de ello en la intimidad en ocasiones, estamos dispuestos a luchar para adoptarlo y hoy por hoy me siento con ganas y fuerte.

He aprendido sobre mí misma y a estar más preparada para afrontar problemas, plantearlos, no evadirlos y ponerles solución.
En cada visita he aprendido una cosa nueva y me satisfacía, me iba orgullosa cuando Silvia me decía: “Eres un crak”, pero es que tenía razón, he logrado salir de esa espiral (te acuerdas Silvia), ahora esa espiral no es un laberinto sin salida NOOOO !!! tiene muchísimas e intento encontrarlas cada día.
Hoy por hoy sigo teniendo bajones, pero me paro, pienso y busco soluciones (pensamientos alternativos y positivos).

Se que he cambiado, lo sé, pero no es problema alguno porque también he vuelto a sonreír, a vuelto la ilusión, las ganas de seguir y eso me motiva cada día.

He comprendido y aprendido que hay que aceptar ayuda, porque uno solo no puede, buscando soluciones y no hacerse víctima, que no debemos dejar de lado nuestra vida, ni dejar que los problemas nos paralicen como me ocurrió a mi, ya que afectará a otros aspectos de nuestra vida, no debemos perder nunca la esperanza, yo no la he perdido y VIVIR sobretodo vivir, porque la vida es demasiado bonita para perdérsela.

Gracias a Yoli mi hermana, a ella debo recuperar la ilusión, gracias por ese empujón tan a tiempo.
También doy las gracias a Silvia, miles, miles, miles, por enseñarme, aconsejarme y guiarme, yo sola no lo hubiese conseguido.
Gracias a tí David, mi chico, mi amor, por esos besos abrazos y caricias y por estar junto a mí en todo momento siendo tan fuerte y dándome tú positividad aún sabiendo como estabas.
Y claro, me falta alguien, a mi mami aisss como te quiero abuela
Y gracias a vosotros, a los amigos, a los que habéis sabido esperarme sin explicaciones, y a los que no, les deseo todo lo mejor.
PARA SILVIA CON TODO MI CARIÑO, GRACIAS.

                                                                       MARTA   
   pareja feliz

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